La cultura musical peruana

domingo, 28 de diciembre de 2008

Dulce Navidad en Nebaj

Se presumía una Navidad un tanto deprimente, a 10.000 de la familia y amigos y sin nadie en nuestra querida Xela, ya que todos se marchaban para sus casas. En un principio nos quedaríamos nosotros tres y haríamos una cena presumiblemente no muy bien cocinada y después de cenar a dormir. Pero todo cambió cuando el 23 nos llegó un mensaje de Magda invitándonos a pasar la Navidad en Nebaj.

Sin pensarlo dos veces aceptamos la invitación y el 24 nos pusimos rumbo a Nebaj. Fueron como 6 horas de buses, pero esa es la duración de un viaje medio más o menos, así que ya estamos acostumbrados...

Nebaj es un pueblo del norte del departamento de Quiché. Aunque pertenece al Quiché el idioma que se habla en Nebaj no es el quiché, es el Ixil. Nebaj es el pueblo más grande del conocido como triángulo Ixil. Éste está formado por Nebaj, Chajul y Cotzal. Nebaj en concreto se sitúa en un vallecito, por lo que está rodeado completamente de montañas pobladas por bosques nubosos. Esta situación le proporciona a Nebaj unos paisajes increíbles y envidiables, aunque también le proporciona un clima nublado a menudo acompañado de lluvias todo el año. Aunque para mi compensa, ya que para los amantes del senderismo hay innumerables caminos que recorrer y lugares recónditos que visitar. De hecho me hice con una guía de senderos de la zona bastante interesante. La estoy ojeando, pero me encantaría recorrerme alguna senda antes de volverme.

Volviendo al relato, el 24 sobre las 6 llegamos a Nebaj. En el parque central se notaba que llegaba la Nochebuena. Mucha agitación y bastantes "bolos" por la calle. Allí nos esperaba Hugo, el compañero de piso de Magda, y el padre de Magda. Los padres de Magda habían aprovechado las Navidades para visitarla y darse un viajecito por Guatemala. después de una intensa semana habían aterrizado en Nebaj donde iban a pasar la Navidad con nosotros.

Cuando llegamos a casa de Magda nos quedamos impresionados. ¡¡Menuda casa!! Era una casa de pueblo con 2 habitaciones y cocina, pero tenían un patio y un jardín enorme. Ellos dicen que por el tiempo no la gastan mucho, pero como a nosotros nos respetó mientras estuvimos allí la verdad es que si tuvimos ocasión de disfrutarla.

Pero la bonita casa no era la única grata sorpresa. Encontramos a la madre de Magda preparando la cena y cuál fue la mejor sorpresa... ¡¡¡habían traído embutido, jamón, queso, turrones...!!! ¡¡No sabía cuanto los echaba de menos hasta que los vi!! Menuda alegría. Ayudamos a preparar la cena y nos preparamos para llevarlo todo a la "Casa de Italia" como le llama Hugo. Era la casa de los italianos que conocimos en el lago, Simone y Adele.

Con todos los platos preparados allí fuimos donde todavía nos esperaba más comida. Ahí estaba Pablo, año que también le habían mandado quesos y embutidos, y él se había currado una tortilla de patatas. Aparte estaba Hermina y Clara, otras dos chicas italianas y entre los italianos prepararon pasta y una berenjena a la parmesana que estaba de muuuuerte. Los guatemaltecos trajeron tamalitos y ron y nosotros algunos vinos chilenos. Los vinos no eran maravillosos pero se terminaron. De postres hubo mazapanes, turrones, chocolate y un panetone de los italianos. Menudo atracón nos dimos.

La tradición en Guatemala es cenar a medianoche. Cuando dan las doce todo el mundo sale a la calle y lanza petardos. Es como una demostración de quien tiene más dinero, que se interpreta que es el que más petardos lanza. Luego se toma la cena que termina bastante tarde. Nosotros comimos antes, pero eso no significó que termináramos pronto. Después de la cena salió el ron y la guitarra de Hugo. Estuvo divertidísimo la verdad. Aunque lo cierto es que en ningún sitio como en casa con familia y amigos, este fue un buen sustituto.

Terminamos bastante tarde en casa y el día de Navidad fue más bien de recuperación. Pero tampoco estuvo mal. Cenamos con Pablo y Otto en casa de Magda "sobrinas" como decían los italianos y el día pasó rápido, entre música y el mayor invento de este país, el Temascal.

El temascal es como una sauna que se construye en las casas de pueblo, que se pueden permitir ser más grandes. Cuando lo descubrimos aquello fue un vicio. Por la mañana lo encendíamos y a entrar a ratos. Así pasamos el 25 y parte del 26.

El 26 era el día en el que se conmemoraba la firma de los acuerdos de paz en Guatemala después de la guerra y contrataron a unos payasos que conocía Magda de la capital. Estuvo divertido, porque aunque no me pinté la cara ni me disfracé si que tuve ocasión de hacerles un par de juegos y pintarles la cara. Ya se echaban de menos esas cosas...

Luego bebimos un rato por la noche con ellos y quedamos en vernos al día sguiente. Además el 27 había un festival heavy de grupos de Guatemala allí en Nebaj. Pese a la insistencia de Hugo por que me quedará me tuve que ir. Ya llevo muchos días de vacaciones y tenía que trabajar algo...

Así que ese día me volví para Xela y aquí estoy trabajando hoy...

Espero que todos disfrutaráis tanto de la Nochebuena como yo y que la Nochevieja sea mejor todavía.

Desde aquí quiero felicitar también a José Manuel, mi compañero de trabajo, y Flor que se casaban ayer sábado. ¡Espero que les vaya genial!

Que tengáis una buena entrada de año!!!

PD: En breve seguiré con el relato del viaje, que aún queda una buena parte.

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