Takalik Abaj

Cumpliendo con mis obligaciones para con el blog, y visto que Tomás comienza a ponerse nerviosito escribo otra entrada con lo acontecido en la excursión de ayer.

Ha sido una semana durilla, por lo que nuestros planes de ir a ver el lago Atitlán se esfumaron con el cansancio, ya habrá tiempo de verlo. También nos planteamos ir a ver la ciudad de Antigua, pero como Franxu (el 3er politecnito) viene el próximo fin de semana y Antigua esta al lado de Guatemala quedaremos con el en Antigua para hacer un poco el gringo.

Así que tras ardua deliberación y un viernes noche de reventón decidimos descansar el sábado e ir el domingo a las ruinas de Takalik Abaj, cerca de Asintal. Decidido esto nos pegamos el madrugón y nos pusimos en camino.

El domingo a las 8:30 “tomábamos” un autobús dirección a la Terminal, que es el equivalente a una estación de autobuses, solo que esta prácticamente dentro de un mercado, el cual hay que atravesar para llegar a los buses. Tras la Estelada de turno, que fue confundir a un pasajero con el conductor y decirle que por favor esperase 5 minutos que iba a por el periódico, y las posteriores risas de su familia, nos pusimos en marcha hacia Retalhuleu (Reu para los de aquí). Como ya os dije aquí los buses son “Chicken Bus”. Imagino que solo con el nombre os hacéis una idea de lo espaciosos y lo poco que se llenan. La ida a Reu no estuvo mal. Luego en Reu resulto que nadie conocía las ruinas. Nos recomendaron ir a Asintal. Le preguntamos al conductor del bus a Asintal y el hombre muy amablemente nos dijo que allí nos explicaría como llegar. Así que subimos al bus dirección a Asintal. Iba a reventar de gente, lo que remitió a Estela, que no calla ni bajo del agua, hacer una amiga en los escasos 40 minutos que duro el viaje. Era una mujer con dos hijos (28 años) cuyo marido trabajaba en un parque acuático que hay de camino a Reu, y que nos invito a ir cuando quisiéramos porque podía conseguirnos entradas gratis. Nos dio su teléfono para que le llamáramos. Suena surrealista, pero aquí todo se vive de otra manera y una charla en un bus puede dar para todo esto. Llegamos finalmente a Asintal y el conductor nos dijo donde teníamos que “tomar” un pick-up para llegar hasta las ruinas. Subimos al Pick-up, empiezo a cogerle el gustillo a estos vehículos, y en 15 minutos estábamos en la puerta del parque.

Es bastante impresionante la flora, ya que estaba bastante metido en la montaña y aquí todas las plantas son inmensas. Pagamos la entrada de extranjero, por supuesto bastante más cara, y comenzamos la visita. Nos acompañaba un guía que nos iba contando los monumentos Maya, las relaciones con los Olmecas y las construcciones y con que materiales se habían llevado a cabo. Es una gran pena que construyeran con barro y materiales perecederos, ya que las pirámides han sido enterradas y es estante complejo desenterrarlas, pero aun así es bastante impresionante. Los monumentos tallados en piedra y las grandes montanas surgidas del enterramiento de los templos unidos al color de la flora crean un paisaje excepcional. Nos contó como eran los edificios, las plazas, donde jugaban a la pelota y que significaban las esculturas. En un principio todas las parcelas donde están los monumentos y templos eran privadas y en la actualidad solo se ha donado una pequeña parte de lo que es la ciudad, por lo que hay muchos mas templos que no se pueden desenterrar por ser propiedad privada. También se han donado unos cuantos animales exóticos que algunos se guardan dentro del parque en jaulas y otros sueltos, como los mapaches. Vimos cocodrilos, tortugas, perezosos, monos araña, “venados”, mapaches, jabalíes, unas aves extrañas y hasta un lince. Daba un poco de pena verlos en jaulas, pero despiertan la curiosidad, sobre todo de los europeos que no los hemos visto nunca mas que en la tele.

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A mitad de visita nos fuimos a comer porque empezó a llover y aquí nunca caen cuatro gotas. Durante la comida nos dimos cuenta de que los mosquitos nos entran dentro de la camiseta y nos preparamos, como se ve en la foto, como a nuestras madres les gusta que vayamos a la selva. Luego volvimos para terminar la visita y hacer fotos ridículas para las que se requería mas intimidad, aunque la del cocodrilo se la hizo Estela delante de un montón de mujeres indígenas… otra Estelada.

Terminada la visita quedaba la vuelta. Si alguien se busca el recorrido en Google Earth vera que es muy corto, pero aquí no hay distancias cortas. Al estar como están las carreteras (buena parte de ellas sin asfaltar) no se va a gran velocidad. Miento, si se va a gran velocidad para estar como están las carreteras, pero aun así no lo suficiente para que no nos costara unas 3 horas ir a Reu. La vuelta fue horrible porque al cansancio se le suma que el bus iba muuuuuy lleno. Finalmente llegamos a casa y a dormir a las 10 que al día siguiente hay que ir a trabajar.

Conclusiones:

Viaje de casa a la Terminal Q 1.25 = 0.125€

Viaje de Xela a Reu (ida y vuelta) Q 30.00 = 3€

Viaje de Reu a Asintal (ida y vuelta) Q 6.00 = 0.6€

Pick-up de Asintal a Takalik Abaj (ida y vuelta) Q 10.00 = 1€

Entrada Taklalik Abaj Q 50.00 = 5€

Total excursion Q 97.25 = 9.725€

Ver unas ruinas Mayas en medio de la selva no tiene precio. Para todo lo demás… Master Card seguro que no porque no se donde la utilizaría…

Me despido hasta la próxima, que ya tengo pensado escribir sobre el PPD, sobre Xela y sobre mi primera experiencia como conductor en Guatemala.

PD: Escribo entre comillas todas las palabras que deben sustituir al termino coger, que como aquí sabéis tiene un significado bastante feo y estoy intentando eliminar de mi vocabulario al menos mientras este aquí. En la ciudad se ríen porque saben que es normal, pero en una comunidad “coger” a la promotora del proyecto para hacerle una entrevista puede ser muy mal interpretado…